Domisfera

La empresa Screams LLC, se ha hecho con el dominio genérico Screams.com vía UDRP (Caso FA1107001400621).

Alegó que el dominio ("chillidos") sólo se había usado para redirigirlo a cuttingedgehauntedhouse.com, web del demandado que es competidor suyo en el negocio de las Casas Encantadas en un área geográfica pequeña. Fue registrado poco después de la primera temporada del demandante.

El demandado alegó que el dominio es genérico, que fue registrado 3 meses antes (Enero 1997) de que el demandante registrara la marca SCREAMS  (Abril 1997) y dos años antes de que la usara en Internet. Ha tenido el dominio 14 años sin tener noticias del demandante.

En alegaciones adicionales el demandante afirmó haberle mandado en 1999 dos cartas al demandado advirtiéndole de la violación de sus derechos de marca. Este niega haberlas recibido.

El panelista único, Michael Albert, dijo que aunque la marca en relación al negocio de las casas encantadas había sido concedida en 1997 fue solicitada al USPO en Julio de 1996. Un registro en la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos crea una presunción de validez. La marca fue publicada para su oposición el 21 de Enero de 1997, un día antes del registro del dominio. 

El demandado alega que el término SCREAMS es genérico, pero sugiere casas encantadas, no siendo meramente descriptivo. Por otro lado el demandante utilizó el término meses antes del registro del dominio en relación a su negocio en Fort Worth (Texas), lo cual evidencia derechos por el uso en ese ámbito geográfico.

El demandado ofrece sus servicios a través de Cutting Edge Haunted House. El dominio no refleja estos términos. En cambio utiliza el dominio que sí refleja la marca del demandante para resirigirlo a su propia web, que es competencia directa del demandante.

Es poco creible que el demandado no conociera al demandante en el momento del registro: sus negocios de casas encantadas están a 45 minutos de coche en el área de Fort Worth. El objetivo del demandante era atraer clientes a costa del demandante, perturbando así su negocio y evidenciando mala fe en el uso y en el registro.