La ICANN ha crecido en gastos y la transición de la IANA ha generado más gastos.
Así que ha decidido echar mano a 36 millones de dólares de las subastas de Nuevas extensiones.
Ha establecido su fondo de reserva equivalente a los costes operativos de un año en 68$ millones.
Las subastas han producido unos 240$ millones en metálico y la comunidad aún tiene que decidir qué hacer con ellos. Financiar los desajustes de la ICANN no fue nunca la intención, aunque la otra opción sería subir las tasas.
¿Dónde queda lo que proponía Göran Marby, Presidente y CEO de la ICANN? Recortar gastos: la ICANN debería costar un tercio.
En 2019 la ICANN costará 138$ millones:
– Incrementos de personal de $7.3 millones hasta los $76.8 millones.
– 34 personas más en 2018 y 4 en 2019.
– Viajes y Meetings $15.6 millones.
– Servicios profesionales $23.4 millones.
Ideas para reducir el presupuesto:
– Reducir salarios y bonus un 20% ya. A Marby no le preocupan si los salarios son competitivos o no en Estados Unidos u otros países, pero sí que en la ICANN se hace trabaja la mitad o menos que en el sector privado.
Entre un 10%-15% deja la ICANN cada año. No quiere contratar más, ya hay 425 personas. ¿Qué más se hace hoy que no se haga en 2014 con $45 millones de presupuesto?
Con 425 personas se siguen pidiendo voluntarios o contratando servicios profesionales.
No hacen falta 3 meetings por año. Con uno basta.
Marby cree que la ICANN debería costar un tercio de lo que cuesta ahora y tiene la sensación de que cuanto más dinero entra más se gasta.
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