A Argentina le asustan un poco sus propios dominios. Eso es por lo menos lo que se podría pensar a juzgar por los cambios que las entidades responsables de los dominios .com.ar han introducido en los últimos dos años.
Hasta 2014 los dominios .com.ar eran gratuitos. Esto tuvo como consecuencia un cierto abuso por parte de algunos usuarios pero también una adopción generalizada del dominio en Argentina. En marzo de 2014, nic.ar empezó a cobrar por el registro y la renovación de dominios .ar. Un año más tarde, el número de dominios .ar registrados se había reducido en 2 millones.
Desde agosto de este año, registrar un dominio .ar se ha convertido para algunos en una experiencia surrealista. Un usuario que desee registrar un dominio .com.ar debe disponer de CUIL/CUIT (un identificativo fiscal) y una clave fiscal de nivel 3. Son muchos los usuarios que carecen de uno o ambos códigos. Para ellos registrar un dominio .ar requiere dos trámites administrativos adicionales.
El cambio es absolutamente comprensible desde el punto de vista de una administración. Desde la lógica de Internet, donde reinan la agilidad y la inmediatez, se acerca al absurdo. En un mundo donde una web tiene apenas 4 segundos para captar la atención de un usuario, cualquier trámite burocrático supone de hecho un lastre con el que pocos están dispuestos a cargar.
Como consecuencia, desde Registros.com venimos constantando en los últimos meses como el número de nuevos registros para dominios .ar se ha ido reduciendo en favor de otras extensiones con menos restricciones, especialmente .com y .net.
En declaraciones a La Nacion, el departamento de prensa de Nic Argentina destacaba la seguridad y la confianza como los motivos principales para este cambio: "A través de la modalidad con Clave Fiscal, apuntamos a brindar mayor confianza en la gestión de los trámites y en la administración de los dominios, además de optimizar los métodos y tiempos de validación…".
Ciertamente, este tipo de barreras frena el uso de dominios .ar para actividades fraudulentas. El objetivo es absolutamente respetable y se inscribe en la tendencia actual de implementar medidas que dificulten el uso de los dominios para hechos delictivos.
Al mismo tiempo, puesto que el .ar es un dominio consolidado entre las empresas e instituciones en Argentina, es asbsolutamente probable que el uso de estos dominios acabe convirtiéndose de facto en un sello de confianza a corto plazo.
A cambio, con la medida se sacrifica la adopción de los dominios .ar por parte de nuevos proyectos. Esto puede dar lugar a que Argentina se acentúe la tendencia de convertirse en un mercado "con dos dominios": los .ar para las empresas e instituciones consolidadas y los .com para el resto de usuarios.
(Colaboración de Alberto Dominguez de Registros.com para Domisfera).
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