Domisfera

De momento, los sitios .mobi no son muy visitados, sin embargo, los inversores esperan que sea el destino primario de los usuarios de dispositivos móviles.

Así por ejemplo, Rick Schwartz -presidente ejecutivo y fundador de T.R.A.F.F.I.C.- gastó 200.000 dólares para comprar flowers.mobi en la subasta que él organiza, pero si entramos a esa web, no encontramos más que una página con links a otras páginas que sí venden flores.

Desde que inversores y empresas apuestan por los dominios .mobi como el futuro de la compra on-line, DotMobi se ha convertido en algo así como la última frontera del salvaje Oeste: regístralo mientras puedas (pero durante dos años…). Sin embargo, en realidad, no era lógico que se obligara a registrar un dominio desde el principio por 2 años, más si cabe, cuando no se sabe el éxito o aceptación que va a tener.

El precio de los dominios .mobi no solo nació hinchado desde el momento en que se obligaba a un contrato de registro bianual, continuó su burbuja a través de las distintas subastas, las cuales, han sido y son controladas desde un principio por DotMobi para ver la aceptación en el Aftermaket o mercado secundario de dominios.

Cuando se abrió el registro de los dominios .mobi se inscribieron más de 360.000 .mobi, pero sólo un pequeños tanto por ciento están activos, como: nba.mobi, bmw.mobi. renfe.mobi… etc. Es un hecho que los dominios .mobi a día de hoy no son rentables, pero hay muchos inversores, fabricantes de móviles, proveedores de servicios que apuestan por él. Además, no hay que olvidar la enorme habilidad de los señores del marketing de DotMobi.

En este sentido, siendo realistas, los más interesados en que se navegue a través de terminales móviles son las propias empresas de telefonía móvil.  Pues, sin duda, esto supondría una nueva fuente de ingresos importante para ellas. Es por ello, que los últimos acuerdos con TIM y los que se sucederán con Telefónica no deberían sorprender a nadie.

Según DotMobi, su objetivo es crear herramientas que ayuden a las empresas a crear sitios .mobi de calidad, factor que determinará a largo plazo si la extensión despega o no. No obstante, hay aspectos más decisivos…

Muchos registros de dominios .mobi se han efectuado por empresas en plan defensivo, por si acaso, pero muchos otros se han hecho por domainers y grupos de inversores en modo especulativo.

Tal vez, la única esperanza de que no decaiga la extensión es que haya sitios de calidad y que ofrezca una o más diferencias competitivas sobre otras extensiones. La principal baza de los "promobi" es que en un futuro los dispositivos móviles por imposición vayan primero a extensiones .mobi que al resto y que los buscadores más populares coloquen antes las webs .mobi que el resto si se accede a través de un terminal móvil.  Pero si los dominios .mobi se convierten al final en redirecciones, ellos mismos y  las páginas de parking en .mobi dejarían de tener su razón ser.

Además, recordar por enésima vez que una web para móviles se puede desarrollar en cualquier otra extensión, incluso donde esté la web tradicional (.com. .es, .net…). Simplemente, si se accede a través de un dispositivo móvil, se serviría la web en el formato más adecuado. Es más, se podrían usar las herramientas que amablemente brinda Dotmobi para adaptar a un dominio mobi otra extensión y ofrecer los servicios independientemente del medio de acceso a  web.

Cabe destacar que otro factor que marcará definitivamente esta extensión, será el mundo off-line, el mundo real jugará un papel vital para la implantación de la extensión .mobi. Asistimos día a día a un bombardeo indirecto de nombres de dominio: cuando se lee prensa escrita, con la última imagen del telediario o  de ese anuncio televisivo, mientras se ve un programa de televisión, cuando se ve pasar por la calle ese vehículo de una conocida empresa de transportes, en las bolsas de las compras… En nuestra vida cotidiana estamos rodeados de dominios  Los dominios forman parte habitual del mundo real y de los medios de comunicación que nos circundan. Y aunque los dominios provienen de los mundos de  Internet,  es en este lugar, en la vida real, donde una extensión se hace fuerte o desfallece,  donde se acepta o se rechaza. 

Partiendo de esto, se puede decir que es muy difícil ver una marca o empresa que haga constar en los soportes  publicitarios todos sus nombres de dominio. Por ejemplo, en España, o bien se pone el nombre-dominio.es, o bien nombre-dominio.com. Pero no es una práctica habitual poner ambos. Es más, si una empresa tiene que elegir entre poner uno u otro, pondrá el que más potencial, facilidad de uso y visibilidad otorge a sus clientes. Y claramente, a día de hoy, la navegación con GTLDs a través de un PC u ordenador de mesa tiene un mayor potencial que la que se pueda tener con una PDA o un teléfono móvil a través de un .mobi.

 Así las cosas, los esfuerzos publicitarios y de marketing  online no serán suficientes para garantizar el éxito de la extensión .mobi, será necesario también invertir y garantizar su  presencia en el "mundo real", fuera de nuestras pantallas.