Domisfera

Mandaba vía mail este Viernes Roger Collins, presidente de Afternic, su nueva política consistente en no aceptar más dominios que promuevan el odio, el sexo, la obscenidad y el comportaminento autodestructivo, como el abuso de drogas, la violencia y el juego. Procediéndose de este modo, a dar de baja en las próximas semanas de sus bases de datos todos los dominios relativos a estos géneros.

En lo referente a dominios que promueban el odio, violencia y el abuso de drogas, nada he de objetar, no obstante, en consideración a las restantes…

En pro y en aras de lo deseable para la industria del domaining, Afternic bajo la retórica justificativa de ser una empresa privada, algo incuestionable, se erige de pronto como responsable social y siente la necesidad de contribuir a la consecución de loables fines para la industria de los dominios.

Indirectamente, Afternic arrogándose el legítimo derecho de dirigir su negocio por nuevos derroteros, no solo fustiga una importantísima parte de sus ingresos, sino que ahoga los portafolios de muchos domainers que, ofendidos tras esta decisión, se verán obligados a cambiar de empresa.

Mientras el borrado de dominios llega, considero que esta nueva «moralidad» de Afternic no viene caida del cielo como divina iluminación, nadie se debería creer que esta reciente catadura moral de una empresa dedicada a los dominios se torna tan purista de la noche a la mañana. De hecho, si no fuera porque Afternic muerde extrañamente la mano que bien le da de comer, sobre todo si tenemos en cuenta que el 25% de sus dominios en parking lo representan el juego y el sexo, no me aventuraría a pensar que es el gobierno de la doble moral de los EEUU quien viene ahora a meter mano, a manejar y a domidirigir los fines de esta industria.

Es por todo ello, que no es difícil dejarse llevar y pensar que son grupos de poder de los EEUU, los mismos que prohibían el gambling online hace unas semanas, los que reprimen y marginan ahora géneros y temáticas muy rentables en empresas de subastas y parking de dominios.

Y lo que puede verse como una buena noticia para Sedo, como futuro y previsible receptor de miles de portafolios de dominios, no debiera ser lo más aconsejable para el mundo del domaining, pues se pierde en el mercado un importante punto de deseable competencia. Y por si no fuera poco, no me extrañaría, que en fechas próximas, sean más las empresas que «voluntariamente» sigan la dudosa luz del camino tomado por Afternic…